El historiador del sonido se enfrenta a tres retos entrelazados: decodificar la información aural, clasificarla y establecer una sintaxis para dar sentido a la información acumulada (Smith, 2002: 311). Este segundo y tercer retos no deben afrontarse únicamente de un modo personal e impresionista, sino que pueden servir para establecer perspectivas metodologías compartidas, colaborativas y ampliables para la historia del sonido. En esta comunicación corta presentaré un glosario y un tesauro sobre la experiencia sonora en América central durante los siglos XVI y XVII, explicaré la metodología empleada en su creación y discutiré sus distintas aplicaciones.
"El tambor de plata suena como cascabeles de turquesa" es la traducción de un verso náhuatl en el que encontramos un instrumento musical extraño (un tambor hecho de un metal precioso) que se compara con otro artefacto sonoro igualmente complejo, como son los cascabeles de turquesa. El verso muestra tanto la densidad de la información existente en las fuentes, como la dificultad de reconstruir la experiencia sonora a partir de esa documentación. ¿Se trata de instrumentos puramente ficticios, nacidos de la voluntad del poeta, o rituales (pues nada impide que existiesen ejemplares de huethuetl decorados o incluso fabricados con metales preciosos)? Y el verbo frecuentativo tzitzilica usado en el original "Xiuhcoyoltzitzilica yn teocuitlahuehuetl" va más allá de un simple sonar y puede traducirse como repicar o repiquetear. El análisis de la poesía náhuatl (León Portilla 2011; Bierhorst, 1985; Damrosch, 1991) puede además ampliarse relacionándolo con otras descripciones de sonidos y paisajes sonoros de la época. Sin renunciar a una reconstrucción narrativa, en el que el verso del tambor de plata se explique en su contexto, un glosario y tesauro digitales ayudan a "clasificar" y "establecer sintaxis" más generales sobre las experiencias sonoras. Si se aprovecha su flexiblilidad para la comparación y el análisis, estas dos herramientas también permiten establecer nuevos modos de comprender y comunicar la información disponible en las fuentes históricas.
Todo glosario es un catálogo de palabras sobre una misma cuestión, con definiciones o comentarios. En su versión digital un glosario no sólo permite una consulta on-line, sino también estructurar la información en diferentes capas o niveles y recuperarla de modo flexible.
Un primer nivel del glosario recogerá las distintas definiciones y traducciones de términos relativos al sonido. Utilizaré para ello diccionarios y gramáticas de época, incluyendo obras bilingües o plurilingües, tales como el Arte mexicana del jesuita de origen mexicano Antonio Rincón (1595), el diccionario de Alonso de Covarrubias (1611) o el Arte de la lengua mexicana (1645), en el que Horacio Carochi publicó la primera traducción española del verso.
En un segundo nivel, que en realidad es una base de datos, se incluyen ejemplos del uso de estos términos en las fuentes de la época, autor, fecha, localización geográfica, asociaciones entre determinados términos y eventos históricos particulares, valoraciones sobre su significado, su intensidad o su frecuencia, y valoraciones sobre el estado emocional o sensorial que provocan o en el que aparecen. La información recogida en este nivel procede de fuentes como crónicas, las historias naturales, los relatos de viaje, las cartas y los diarios escritos por los participantes en los viajes y campañas militares. De este modo se puede contextualizar la información lexicográfica y se construyen herramientas para desambiguar los términos que aparecen en las fuentes (distinguir, por ejemplo, entre un huehuetl y un tambor de dos membranas de origen europeo) y establecer asociaciones entre términos y contextos de uso o entre términos y zonas geográficas.
El tesauro tiene por objetivo reducir las variaciones observadas en el glosario a una serie de categorías lógicas. Para ello se emplearán, naturalmente, términos unificados (campana, por ejemplo) clasificados dentro de una estructura de relaciones ontológicas o semánticas (sonido>artificial>instrumentos musicales>hechos de metal/largo alcance/uso público) A través del uso de estándares como ISO 25964-1 (aún en desarrollo) y de una estructura en XML se favorece la posibilidad de vincular este tesauro a otras clasificaciones previas de efectos sonoros (Chion 1983; Augoyard-Torgue, 1995) o expandirlo a través de colaboraciones de otros investigadores o instituciones.
La construcción del tesauro obliga a reflexionar críticamente sobre el uso de categorías (presentes o de época) para explicar culturas distantes en el tiempo, y se nutre de las perspectivas de la antropología del sonido y de la crítica postcolonial (Tomlinson, 1995; Feld y Brenneis, 2004; Faudree, 2012). Concretamente, plantea hasta qué punto un tesauro permite identificar sobre los cambios en los patrones sonoros o en los grupos de sonidos y sus valoraciones a lo largo de la historia. También pone en cuestión la predominancia de los materiales visuales y textuales y la predominancia de la vista en los modelos teóricos de los historiadores.
El formato digital del glosario y el tesauro ofrece una gran versatilidad a la hora de establecer reconstrucciones paralelas o comparaciones sobre distintas experiencias sonoras. Es posible comparar, por ejemplo, el catálogo de sonidos propio de los niveles perceptivos de un soldado (que no suele aportar muchos datos de carácter musical, pero que ofrece una información relativamente bien contextualizada y localizada en el tiempo y el espacio) con el mundo sonoro de un teólogo o misionero con conocimientos musicales y teóricos sobre el sonido (que categoriza de acuerdo a su propio esquema de división de sonidos y que puede ofrecer variaciones).
La información recogida en el glosario y el tesauro podrá consultarse de varios modos. Junto a una herramienta de búsquedas, una interfaz gráfica permitirá construir "mapas sensoriales" para visualizar la experiencia sonora del pasado. Esta representación novedosa utilizará un diagrama de base circular se colocan varios polos en los que se identifican la procedencia (animal, voz humana, música, artificial, medioambiental), los valores atribuidos a los sonidos (agradable-desagradable, tranquilizador-preocupante, importante-irrelevantes, etc.) y sus contextos (ritual, festivo, actividades diarias, guerra, rebelión, etc.).
Esta investigación es una parte del proyecto Sound and Silence, que actualmente desarrollo en la UC3M dentro del programa CONEX-UC3M. El objetivo general del proyecto es investigar los usos y la percepción del sonido durante la colonización portuguesa y española de la edad moderna.
El primer objetivo de Sound and Silence es ofrecer una aproximación innovadora y atractiva al estudio interdisciplinar del sonido (Bull & Back, 2003:1-9; Sterne 2012: 3-10; Schmidt 2000: 15-37) . Para ello resaltaré la importancia de la cultura oral (y de las mecánicas de choque e hibridación sonora y musical) en la edad moderna (Greenblatt, 1991: 86-118; Baker, 2008; Irving, 2010) y crearé mapas y/o visualizaciones de la experiencia sonora de un viajero o cronista particular. La página web asociada al proyecto ofrecerá mapas en los que se representarán los tipos de sonidos escuchados durante una expedición, campaña o acontecimiento particular a través de las descripciones existentes en las fuentes históricas creadas por los participantes. Algunos instrumentos, sonidos animales y de artillería y armas de fuego contarán con reproducciones históricas.
Un segundo objetivo del proyecto es investigar las posibilidades contemporáneas de definición semántica de documentación no textual. El texto ha sido y continuará siendo por algún tiempo la base y el centro de la web semántica y de todas las ontologías. En lo que respecta a archivos de música y voz humana la investigación se ha concentrado en los procesos de codificación y reconocimiento. El reconocimiento o la búsqueda por contenidos a partir de huellas sonoras de Shazam o Google se realiza a partir de bases de datos amplias pero limitadas. Sin embargo, el sonido, entendido como un paisaje o un entorno que va más allá la voz y la música plantea retos más amplios, tanto para la teoría historiográfica como para definir la frontera de lo transmisible o "legible" por máquinas.
Hoy día los archivos sonoros de cualquier tipo son accesibles en su gran mayoría a través de un número limitado de metadatos estandarizados referentes a su autor, título, fecha, etc. La identificación de documentos sonoros históricos no es en general mucho más profunda de la que ofrecería una biblioteca como la de iTunes. Herramientas algo más potentes como las folkosomias o la marcación social, permitirían recuperar información sobre el contenido y significado, pero no existe un equivalente histórico para esos modos de categorización. Mi hipótesis es que un glosario que recoja suficientes variaciones contextuales podría permitir de modo similar, comparar los distintos valores atribuidos a diferentes sonidos en determinada época y entender mejor como la gente clasificaba (y clasifica hoy día) el sonido. Un tesauro jerarquizado es, por otra parte, una base para una anotación más profunda de los registros sonoros. La clasificación de archivos sonoros por su contenido se beneficiaria de la existencia de una serie de categorías bien establecidas sobre los tipos de sonido. Ambas herramientas permiten reflexionar sobre los modos en que hoy día organizamos y recuperamos los archivos sonoros y abrir caminos para un tratamiento integral, y diferente, de la información contenida en los formatos de audio.