Esta presentación describe el proceso de creación de la Red de Tecnologías Digitales para la Difusión del Patrimonio Cultural (RedTDPC), cuyo objetivo es generar conocimiento interdisciplinario y buenas prácticas en la aplicación de tecnologías digitales para la difusión del patrimonio cultural en México.
La digitalización del patrimonio cultural es fundamental para su difusión a nivel mundial1. Para los países en desarrollo que tienen un importante patrimonio cultural, existen numerosos obstáculos en términos de infraestructura y gestión. En México, uno de estos obstáculos es la conceptualización de lo digital como un ámbito secundario dentro del sector cultural. Aunque existe una creciente mención de la importancia de trasladar los contenidos culturales a medios digitales, es muy poco lo que realmente se traduce a la práctica (Priani, 2012). Por otra parte, han existido proyectos aislados, pioneros en la digitalización del patrimonio2 y organizaciones como la RedHD, que han servido como nodos para discutir estos temas. En el 2014 se llevó a cabo el 1er Congreso de Patrimonio Cultural y Nuevas Tecnologías organizado por el INAH donde se mostró que si bien México desarrolla aplicaciones de tecnología para la preservación e investigación del patrimonio hay poco trabajo en temas de difusión.
En este marco y atendiendo a una convocatoria del CONACYT,3 se creó la RedTDPC en abril de 2015, con un programa académico encaminado a identificar actores4 y encontrar sus temas en común. Los temas que se han identificado hasta el momento son:
Si bien la creación de la Red se entiende como un logro en términos de gestión institucional, es necesario resaltar las dificultades para su desarrollo:
1. Falta de coherencia entre requisitos institucionales y objetivos de la Red
El CONACYT hace hincapié en que las redes deben apoyar el ‘desarrollo económico y tecnológico’5, sin embargo articular la importancia de la difusión del patrimonio cultural en estos términos es complicado. En muchos sentidos, la creación de esta Red ha permitido pensar en un espacio que equilibre en términos humanísticos esa exigencia. Al mismo tiempo, la Red se formó dentro de un programa que establece procesos burocráticos a los que es necesario apegarse, pero que no están definidos institucionalmente, lo que ha conducido a que la toma de decisiones sea lenta y se dedique mucho tiempo a temas operativos de la Red, restándole tiempo a la discusión de los temas sustantivos, algo que eventualmente podrá cambiar.
2. Ausencia de definiciones conceptuales
La propia definición de “difusión” es problemática y ha merecido parte de la reflexión de la Red. La RAE6 define esta palabra como: ‘propagar o divulgar conocimientos, noticias, actitudes’. Es la palabra divulgar, la que a veces se encuentra en oposición a difusión: la primera sólo dedicada a los pares académicos, y la divulgación al público en general (Gándara, S/F).7
Otra problemática es la poca documentación que existe en México sobre cómo trabajar en la difusión del patrimonio con herramientas digitales. Son pocas las instituciones mexicanas que cuentan con áreas dedicadas a la experimentación y acumulación de conocimiento en torno a estas prácticas. Casi siempre, son empresas privadas las que realizan los proyectos. Esto no es negativo en sí porque permite que las industrias creativas encuentren una fuente de trabajo. Lo que sí es necesario es que estas empresas regresen esa reflexión y experiencia a las instituciones.
3. Prospectivas
Hasta ahora se ha trabajado en la organización de encuentros académicos, que son el tipo de actividades que pueden llevarse a cabo fácilmente dentro del modelo institucional en el que se creó la Red. La mayor dificultad para el futuro es fortalecer la reflexión en temas como: legislación, accesibilidad, públicos, documentación, sustentabilidad, crowdsourcing, y cuyo trabajo se traduzca en acciones concretas en esos ámbitos. Es decir, pasar de responder a las necesidades institucionales para iniciar un proceso de producción de conocimiento.
El siguiente objetivo de la Red es lograr que estas reflexiones se traduzcan en proyectos específicos de difusión a través de nuevas tecnologías para poder ampliar el conocimiento a través de la experimentación.
Dirección de la RedTDPC: http://redtdpc.inah.gob.mx/
Ver por ejemplo, Europeana (http://pro.europeana.eu/about-us/) o CHARISMA (Cultural Heritage Advanced Research Infrastructures http://www.charismaproject.eu/) o DPLA (Digital Public Library of America http://dp.la/) o la API del Rijkmuseum (https://www.rijksmuseum.nl/en/api).
Ejemplo de ellos son, la Biblioteca Digital del Pensamiento Novohispano (www.bdpn.unam.mx), Gran Diccionario Nahuatl (http://www.gdn.unam.mx/), Hemeroteca Nacional Digital (www.hdnm.unam.mx), Primeros Libros (http://primeroslibros.org/), Repositorios de Archivos y Fondo Antiguo (http://www.remeri.org.mx/archivos/), o el Archivo Digital Flores Magón (http://archivomagon.net/), por mencionar algunos.
Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología es el organismo nacional encargado de impulsar y fortalecer la investigación científica. Las redes temáticas tienen el objetivo de ampliar las redes de investigación entre talentos mexicanos como agentes de innovación, desarrollo económico y tecnológico en México
Actualmente la red cuenta con 65 miembros activos de universidades, instituciones públicas y privadas, ONG’s y sociedad civil.
Real Academia Española
En el ámbito de la ciencia en México hay una amplia discusión sobre la diferencia entre divulgar y difundir que, sin embargo, responde a objetivos distintos a los del patrimonio cultural